Durante abril de 2025, se contabilizaron 666 incendios estructurales reportados en medios o registrados por fuentes oficiales. Si bien esta cifra representa un importante número de siniestros, cabe recordar que, al igual que en Brasil, los reportes disponibles podrían representar solo una fracción de los incidentes reales, ya que no todos son publicados ni centralizados.
En muchos de estos casos, los incendios pudieron haber sido evitados o contenidos oportunamente si se hubieran implementado sistemas adecuados de prevención como rociadores automáticos (sprinklers).
Los estados con mayor número de incendios reportados fueron:
Estado | Cantidad | Porcentaje |
---|---|---|
Ciudad de México | 247 | 37% |
Estado de México | 80 | 12% |
Nuevo León | 45 | 7% |
Sinaloa | 40 | 6% |
Baja California | 40 | 6% |
Guerrero | 30 | 5% |
Puebla | 25 | 3.7% |
Chihuahua | 25 | 3.7% |
Jalisco | 20 | 3% |
Querétaro | 17 | 2.5% |
Otros (9 estados) | 97 | 14.5% |
Total | 666 | 100% |
La CDMX, como principal centro urbano, concentró más de un tercio del total nacional. Esto refleja no solo una mayor densidad poblacional y de infraestructura, sino también una mayor exposición al riesgo estructural por sobrecarga de servicios y edificaciones antiguas.
Entre las estructuras afectadas, destacan:
Tipo de Estructura | Incendios | Porcentaje | Variación Marzo |
---|---|---|---|
Vía Pública | 230 | 34.53% | ↑ +3.56% |
Casa-Habitación | 162 | 24.32% | ↓ –3.53% |
Terreno Baldío | 120 | 18.02% | ↓ –1.29% |
Vivienda | 50 | 7.51% | ↑ +0.17% |
Local Comercial | 22 | 4.95% | ↑ +1.36% |
Bodega | 20 | 3.00% | ↑ +0.45% |
Los espacios habitacionales y de uso común (calles, terrenos baldíos y viviendas) agrupan la mayoría de los siniestros, lo que indica la necesidad urgente de campañas de concientización, inspección y prevención a nivel vecinal y urbano.
Las causas más frecuentes fueron:
El alto número de causas no determinadas (75%) representa una gran barrera para el desarrollo de políticas públicas eficaces. También subraya la falta de protocolos formales de investigación posterior al siniestro.
Aunque el número total de personas afectadas es relativamente bajo en comparación con el total de incendios, cada víctima representa un fallo en los sistemas de prevención. Además, estos números no reflejan las pérdidas económicas ni los impactos sociales y psicológicos generados.
Fomentar la instalación de sistemas de detección y supresión de incendios, especialmente en zonas de alto riesgo.
Generar bases de datos unificadas con acceso público para seguimiento y análisis.
Fortalecer las campañas de educación comunitaria sobre manejo de residuos, instalaciones eléctricas y prevención de fugas de gas.
Impulsar la creación de una normativa nacional para la recolección de estadísticas confiables y periódicas sobre incendios estructurales.